Nuestros PIES son un MAPA de todo nuestro CUERPO, ¿lo sabías?
Tocando las diferentes regiones que conforman cada pie, podemos conocer en qué estado se encuentran nuestros órganos, sistemas y estructuras, así como la energía en los mismos.
Origen de la Reflexología Podal
Esta antiquísima terapia tiene gran relación con la Acupuntura. Los primeros indicios de su aplicación datan de unos grabados en una tumba situada en Egipto de hace más de 4000 años, donde se observa a algunos «médicos» haciendo un masaje en los pies de su «paciente».
También encontramos escritos de la misma época en la que parece que ya se realizaban masajes de este tipo en Japón y China.
En Occidente, en el siglo XX, fue el Dr. William Fitzgerald quien empezó a estudiar 10 meridianos que pasaban por todo el cuerpo reflejando en el pie o las manos las distintas regiones corporales.
Sobre la misma época, la Dra. Ingham se dedicó completamente a esta disciplina, considerándose así una de las grandes referentes en este campo.
¿En qué consiste esta Terapia?
Te lo explico en el siguiente vídeo más detalladamente:
Como te cuento en el vídeo, realizo esta Terapia desde una visión Holística: en las sesiones, no solo trabajo sobre los diferentes puntos del pie armonizando los desequilibrios que voy encontrando, sino que además (siempre que la persona quiera), destapamos los mensajes que dichos desajustes nos están queriendo transmitir.
Cada uno de los pies nos puede dar gran información sobre diversas cuestiones que en el momento presente están condicionando la vida de la persona de una manera más o menos evidente.
En muchas ocasiones, también nos muestran emociones acumuladas o bloqueadas desde hace mucho tiempo, por un conflicto más antiguo sin resolver.
Gracias al movimiento físico y energético que se genera a través de las manos así como los mensajes que pueden ir surgiendo, se favorece un mayor equilibrio global y liberación general en el cuerpo - mente de la persona.
Esta Terapia... ¿está indicada para todas las personas?
La Reflexología Podal puede aplicarse en la mayoría de casos, excepto si presentas alguna de las siguientes patologías:
Procesos agudos de fiebre o trastornos del conocimiento.
Dolores fuertes y hemorragias.
Gangrenas, quemaduras, heridas, hematomas en los pies.
Enfermedades infecciosas agudas.
Trombosis venosa profunda o flebitis.
Embarazo con riesgo o amenaza de aborto.
Micosis extensas.
Enfermedades que requieren intervención quirúrgica.
Cáncer en los pies.
Si quieres saber más sobre esta Terapia o reservar una sesión presencial de la misma, sólo tienes que ponerte en contacto conmigo:
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