Con el ritmo frenético que casi todos llevamos en nuestro día a día, a veces es fácil desconectarnos y alejarnos de todos aquellos pequeños hábitos que nos mantienen en un buen estado de salud a todos los niveles (físico, mental, emocional, energético...).
Si esto se prolonga con el tiempo, puede derivar en una patología o desequilibrio más importante.
Recuperar ese equilibrio natural puede parecer complicado, pero en la mayoría de ocasiones se basa en volver a todas aquellas pequeñas y sencillas acciones que nos hacen sentir bien desde dentro, sin grandes elaboraciones.
Por eso, aquí te dejo una lista de 12 acciones fáciles que a mí me permiten sentirme mejor cada día:
Alimentáte equilibradamente, con todo aquello que nutra tu cuerpo y tu alma, de una forma tranquila y calmada. Si además pones más presencia durante el cocinado en todo aquello que después va a formar parte de ti, tu cuerpo se nutrirá mucho más de esos alimentos por el amor puesto en ellos.
Bebe muchos líquidos, pudiendo incluir infusiones que te ayuden a potenciar tu sistema inmunitario, con ingredientes como: jengibre, canela, cardamomo, clavo…
Dedica un tiempo todos los días a realizar alguna actividad que te proporciona placer. Puede ser una gran oportunidad para recuperar un hobbie olvidado (dibujar, hacer manualidades, pintar…) y dejar volar al máximo tu Creatividad.
Mueve tu cuerpo, de la manera que más te guste (haciendo algo de deporte, baile…) para mantener un nivel de energía elevado.
Dedica un tiempo a la semana a cuidar tu cuerpo: un baño relajante, automasaje con aceites naturales junto con aceites esenciales en alguna zona que tengamos con mayor tensión… Es una estupenda forma de mimar el valioso vehículo que nos permite estar en este mundo.
Lee algo que te inspire, motive, que te haga sentir bien.
Canta, grita… expresa todo lo que tu voz calla y quiere decir. Si te da apuro porque te puedan oír, puedes hacerlo en el coche mientras vas por la carretera, en el campo, en la montaña...
Siempre que puedas, toma un poco el Sol, aunque sea un ratito cada día a través de la ventana. Notarás como esta sencilla acción te llena de Energía y Vitalidad.
Respira…Medita...Permanece en Silencio... Dedica el tiempo que sientas en cada día para estar contigo mism@, presente, respirando relajadamente… Abriéndote a todo lo bueno que esos momentos puedan traer consigo, pues cuando creamos espacio es cuando permitimos que más cosas puedan llegar a nuestra vida.
Descansa: escucha a tu cuerpo, proporcionándole el descanso que cada día necesita. A veces esto no tiene porque implicar echarte a dormir, sino simplemente permitirte algunos momentos para NO HACER NADA, simplemente Estar.
Evita la saturación de información de los medios de comunicación. La sobreexposición a la gran cantidad de información que nos rodea nos genera estrés, ansiedad y miedo. Te recomiendo que busques sólo aquella información que te interesa, en momentos puntuales.
Y siempre que puedas y te apetezca, dedica tiempo a estar con los tuyos (amigos, familiares... todas aquellas personas que te aportan valor) y comparte con ell@s emociones, sentimientos… Tener una red de apoyo cercana en la que sentirte TÚ MISM@ es la mejor medicina para nuestra Alma.
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